Dieta, genética y enfermedades metabólicas pueden influir en el aumento.
Cada una de las células del cuerpo tienen colesterol y éste es indispensable para su funcionamiento y multiplicación. Además, es importante para la formación de hormonas, vitaminas y secreciones digestivas.
Según los especialistas del Centro de Nutrición de Clínica Las Condes, el colesterol en la sangre puede aumentar por varias causas.
Una de ellas es el
excesivo consumo de grasas saturadas de origen animal y grasas hidrogenadas o grasas trans que están en los alimentos envasados y congelados y que agregamos a nuestra alimentación.
“También puede elevarse debido
a causas genéticas en que se hereda una condición que hacer que las personas eliminen menos eficientemente el colesterol en la sangre,
hipercolesterolemia familiar”, señalan.
En
tercer lugar se puede elevar como
consecuencia de otras enfermedades como el hipotiroidismo o enfermedades renales.
La mayor parte del colesterol se produce en el hígado y el resto proviene de nuestra alimentación, de ahí que las grasas saturadas aumenten esta sustancia. El problema aparece cuando
existe un exceso de colesterol en la sangre ya que puede acumularse en las arterias y así disminuir la llegada de la sangre a los distintos órganos, especialmente aquellos con arterias más pequeñas, como las arterias que llegan al corazón.
Además, como no da síntomas,
la única manera de controlar los niveles de colesterol es mediante un examen de sangre.