Poner atención a las razones por las que siente ganas de comer puede ayudar a reducir los kilos de más.
Pena, rabia, frustración, soledad. Son sentimientos que pueden gatillar las ganas de comer en algunas personas, por los que muchos especialistas recomiendan tomarse algunos minutos antes de poner la comida en su boca.
Esa sería una de las razones por las que las dietas no funcionan y porque después de bajar de peso, se vuelve a subir.
Para solucionar esta situación nació hace algunos años la tendencia del
mindful eating o comer en conciencia plena. Esto implica que al momento de sentir hambre y tener ganas de comer, es necesario analizar las razones de este deseo.
"Mucha gente dice que come por ansiedad, pero en verdad se refieren a una emoción no placentera: rabia, soledad, pena. Entonces, es importante conocer la diferencia de si comemos por hambre, por sed o por un tema emocional, y cuándo hay que parar", dice la psicóloga
Yael Lehmann, del Centro de Nutrición y Enfermedades Metabólicas de la Clínica Las Condes.
Esta especialista realiza talleres en los que se ayuda a entender la importancia de mirar la comida, olerla, saborearla antes de llevarla a la boca. A su juicio, para lograrlo es básico sentarse tranquilo frente al plato, sin el televisor o el computador al frente que puedan interrumpir este proceso.