Complicaciones médicas de la anorexia nerviosa

Es una enfermedad psiquiátrica caracterizada por una seria alteración de la percepción de la imagen corporal, que afecta principalmente a mujeres. ¿Qué alteraciones produce?

  anorexia nerviosa
 

Mucho se ha escrito de Anorexia Nerviosa, sobre sus causas, tratamientos y testimonios, sin embargo, sigue siendo una de las enfermedades que poco se busca en forma dirigida, sin entender que sus consecuencias pueden -muchas veces- comprometer la vida.

De hecho, la anorexia es la enfermedad psiquiátrica que presenta la tasa de mortalidad más alta, y se cree que su porcentaje de curación es menor al 50%, dependiendo de varios factores como la edad de comienzo, la precocidad en el diagnóstico e inicio de tratamiento, el IMC (peso/ estatura2) cuando se inicia el tratamiento, entre otros. Además, cabe mencionar que el riesgo de recaída es alto.

Si bien, la anorexia es un desorden alimentario de origen cognitivo, se desconoce cuál es su causa real. Sin embargo, se ha visto que por lo general se presenta después de hacer dietas restrictivas en que el paciente persigue una baja de peso en forma permanente -aún a niveles no saludables- desarrollando un miedo intenso a subir de peso. Esta baja de peso persistente trae importantes consecuencias en el cuerpo, algunas de las cuales pueden llevar finalmente a la muerte.

Dentro de las alteraciones existen:

  • Alteraciones metabólicas: Una disminución de la tasa metabólica basal (bajo gasto de calorías), alteración de la temperatura corporal (intolerancia al frío), hipercolesterolemia e hipercarotinemia.
  • Alteraciones cardiovasculares: Bradicardia (latidos cardíacos lentos), hipotensión (presión arterial baja), disminución del tamaño cardíaco, alteraciones del ritmo cardíaco (latidos cardíacos rápidos, lentos o irregulares).
  • Alteraciones Gastrointestinales: Como gastroparesia (lentitud en el vaciamiento gástrico), estreñimiento, y la mayor de las veces distensión abdominal.
  • Alteraciones Renales: Alteraciones hidroelectrolíticas por pérdida de electrolitos por vómitos o uso de diuréticos o laxantes, o uremia prerrenal: (por deshidratación) que puede llegar a enfermedad renal crónica.
  • Alteraciones Endocrinas: Amenorrea (ausencia de la menstruación), disminución de T3 (tiroides).
  • Alteraciones Óseas: Osteopenia u Osteoporosis por falta de depósito de calcio en los huesos y retraso de maduración ósea.
  • Alteraciones Dermatológicas: Piel seca a lo que se puede agregar pelo y uñas quebradizas, pérdida de pelo y lanugo (vello corporal blanco y fino).
  • Alteraciones Hematológicas: Pancitopenia (baja cantidad de glóbulos rojos, blancos y plaquetas) y/o hipoplasia de la médula ósea.
  • Alteraciones Cognitivas y del comportamiento: Depresión, dificultad de la concentración y obsesión por la comida.
 

Es comprensible que todo lo anterior responda a la privación de alimentos, con la consiguiente falta de nutrientes, además de la pérdida de masa grasa y muscular que ocurre en el cuerpo. No se puede predecir qué complicaciones se van presentar, ni en qué orden, pero se ha visto que cuando hay una desnutrición severa, se pueden presentar todas.

Según la doctora Claudia Villagrán, de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Centro de Nutrición y Cirugía Bariátrica de Clínica Las Condes, hay alteraciones cardiovasculares como arritmias o daño al miocardio, así como también la alteración de los electrolitos, que pueden poner en riesgo la vida, provocando incluso la muerte. “Sin embargo, existen otras reversibles en la medida de que se aumente de peso y que se aporten los nutrientes correspondientes a niveles en que se reestablezcan todas las funciones normales”, agrega la especialista.

Tratamiento

En general el tratamiento es multidisciplinario y comprende apoyo psiquiátrico, de psicoterapeuta y de un especialista en nutrición, pero se ha visto que sin una adecuada recuperación nutricional las otras líneas de tratamiento pueden no ser efectivas.

“Es por esto que debemos preocuparnos cuando vemos a algún cercano que baja en forma inadecuada de peso, con miedo intenso a ser obeso a pesar de estar adelgazando, con negación de la sensación de hambre, con preocupación extrema por la preparación de comidas, con costumbres alimenticias extrañas, o excesiva actividad física con el fin de perder peso”, dice la doctora Villagrán.

Además, agrega que “en estos casos hay que intentar que solicite apoyo profesional para una evaluación, ya que por sí mismo no la van a buscar. Son reacios a verse médicamente, no se reconocen enfermos ni quieren tratamiento y, por ende, su red de apoyo es la responsable de facilitar el acercamiento a un profesional”.

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