Prevenir a tiempo es la clave

Toda persona mayor de 18 años debe empezar a preocuparse de controlar su estado de salud cardiovascular. Si uno lo hace después, a veces la enfermedad ya ha empezado y puede ser tarde.

Al igual que con las AFP, si uno no se preocupa a tiempo, después ya puede ser tarde, porque perdió un tiempo valiosísimo en que no hizo prevención. Esta es la clave, según el doctor Fernando Florenzano, cardiólogo de Clínica Las Condes, para evitar las enfermedades cardiovasculares, que siguen siendo la principal causa de muerte en Chile y en el mundo.

Un examen de sangre y uno para medir la presión arterial pueden cambiar la vida. Así lo explica el doctor Florenzano: “La persona que quiere evaluar su riesgo cardiovascular se debe acercar a un centro médico para definir su situación. Puede que no necesite mayores cambios, puede que esa persona tenga todos sus niveles en un estado óptimo. Entonces no necesitará un control antes de cinco años. Pero puede que no esté tan bien, entonces necesitará controles más frecuentes. Hay que individualizar el riesgo y eso no se puede saber si no se ha evaluado”.

Una evaluación simple y de bajo costo

Los exámenes que se requieren para evaluar el estado de salud cardiovascular de una persona son muy simples de realizar y tienen un costo bajo. No hay entonces impedimento alguno para empezar de inmediato con la prevención.

El doctor Florenzano explica que, para comenzar, “se debe averiguar cómo está la presión arterial, como está el colesterol, la glicemia, cuánto ejercicio hace la persona, qué tipo de alimentación es la que ingiere y ver el resto de los condicionantes del riesgo cardiovascular, para planear con qué periodicidad debe ser evaluada. La mayoría de los jóvenes no necesita un control muy seguido, a menos que tenga algún antecedente, como factores hereditarios”.

En el caso de que la persona tenga los niveles altos, debiese comenzar de inmediato con un cambio en sus hábitos.

Cambios en el estilo de vida

El doctor explica que la evaluación que se realiza en Clínica Las Condes es personalizada: “En cada situación hay que ver cuáles son los determinantes del riesgo para esa persona, qué prioridades vamos a establecer y tenemos que hacer un plan de educación con sus factores de riesgo, donde no sólo el doctor tiene que estar involucrado: se necesita una enfermera que pueda controlar al paciente cada dos meses a la persona para ver cómo va el peso y la presión. Además, es necesaria la participación de un profesional que le haga recomendaciones respecto del ejercicio, para ayudarlo a entrenarse adecuadamente; otro profesional podrá dar consejos dietéticos; se requiere la actuación de un equipo de prevención que pueda ver al paciente en forma integral”, explica el especialista.

Además, recalca que los cambios en el estilo de vida deben ser permanentes para evitar las enfermedades cardiovasculares. Otro factor importante en el plan de prevención, según el doctor Florenzano, es ser realista en las metas que se planteen: “Hay que priorizar los consejos que se le dan a una persona, en particular, porque hay cosas que son bien incompatibles como, por ejemplo, dejar de fumar y bajar de peso. Son cosas que son casi imposibles de hacer al mismo tiempo. Entonces, hay que definir qué es prioritario para esa persona”.

Cifras que alarman

En Chile, la primera causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares.

  • Casi un tercio de los fallecimientos en Chile son por enfermedades cardiovasculares.
  • 90% de la población chilena es sedentaria.
  • 30% de la población chilena es obesa.
  • 60% de la población tiene sobrepeso.
  • El colesterol alto se ve en casi la mitad de la población.
  • Fuma entre un 30 y un 40 por ciento de la población.
  • Chile es uno de los países donde los escolares fuman más en el mundo.